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TERAPIA PARA ADULTOS EN LUCENA

Nos especializamos en brindar terapia individual a adultos, adolescentes y niños, ofreciendo un proceso que proporciona un espacio seguro y confidencial para explorar tus emociones, pensamientos y vivencias personales.

En el marco de la terapia individual, te proporcionamos un entorno de apoyo donde puedes expresar abierta y sinceramente tus inquietudes, temores, tristezas y aspiraciones. 

Nuestro enfoque se fundamenta en la empatía y el respeto, proporcionándote herramientas y estrategias para gestionar el estrés, la ansiedad, la depresión, las relaciones problemáticas y otros desafíos comunes. 
Creemos firmemente que la terapia individual no solo tiene como objetivo superar dificultades, sino también fomentar el crecimiento personal y el bienestar en general.

Modalidades de terapia

Terapia Presencial en Lucena

La terapia presencial te proporciona un espacio de apoyo donde puedes expresar abierta y sinceramente tus preocupaciones, miedos, tristezas y aspiraciones. Durante el proceso, adquirirás herramientas y estrategias para abordar el estrés, la ansiedad, la depresión, las dificultades en las relaciones y otros desafíos cotidianos.

Terapia Online

La terapia online es una nueva realidad, que lleva años de desarrollo gracias a las nuevas tecnologías. Nos permite acercar la terapia a cualquiera sin importar las distancias. Así se puede realizar desde tu propio hogar o cualquier espacio en el que te encuentres. 

No hace falta mucho, solo una buena conexión a internet, un dispositivo móvil y un lugar donde te encuentres a gusto.

Estimulación en Lucena

Nuestro programa para el entrenamiento y la mejora de las funciones cognitivas clave, incluyendo memoria, atención, concentración y lenguaje. Está diseñado para atender las necesidades de diferentes grupos de personas, adaptándose tanto a aquellos que desean preservar su salud cognitiva como a quienes buscan potenciar su rendimiento para alcanzar metas específicas.

Preguntas y Respuestas Frecuentes

  • El malestar se intensifica cada día, hasta tal punto que llega a interferir en tu desempeño cotidiano, ya sea en el área laboral, social o familiar.
  • Sientes que no tienes fuerza o recursos para afrontar la problemática por ti mismo.
  • Experimentas una serie de síntomas que afectan tu calidad de vida, como el insomnio, la pérdida de interés por las actividades que antes te resultaban placenteras, una disminución de la libido, la sensación de tensión constante…
  • Te sientes agobiado ante la situación y no sabes cómo reaccionar, no encuentras una salida y piensas que todo ha llegado a su fin o que la vida carece de sentido.
  • Has puesto en práctica varias soluciones para resolver el problema pero todas han fracasado por lo que comienzas a dudar de tus capacidades.
  • Tienes problemas para controlar las emociones, ya sea porque te deprimes o te pones ansioso con facilidad o porque das rienda suelta a la ira.
  • Te sientes vulnerable ante tu entorno y crees que casi todo lo que te rodea es amenazante.
  • Quieres potenciar determinadas habilidades sociales que te permitan hacerle frente a diferentes situaciones con mayor aplomo.
  • Te castigas por un error del pasado y experimentas intensos sentimientos de culpa que no te permiten continuar adelante con tu vida.
  • Sientes que estás siempre a punto de perder el control y te notas más irritable que de costumbre, lo cual afecta tus relaciones interpersonales.
  • Estás teniendo cambios de humor injustificados y tienes problemas para comunicarte con las personas que te rodean.

Como puedes apreciar, las áreas en las cuales puede ayudar un psicólogo son prácticamente infinitas. Por eso, si notas que algo ha cambiado en ti, no te sientes a gusto o has dejado de disfrutar de la vida, ha llegado el momento de buscar un psicólogo. No culpes de estos cambios a la edad o al entorno, muchas situaciones no son estresantes de por sí, lo que les convierte en problemáticas es la interpretación que hacemos de ellas o cómo las gestionamos (las decisiones que tomamos, cómo afecta a nuestra conducta…) . Por tanto, no te conformes y busca ayuda.

La terapia psicológica puede ayudarte a:

  • Eliminar o aliviar los síntomas que interfieren en tu vida cotidiana.
  • Encontrar el origen del conflicto analizando de manera profunda todas las situaciones, conductas y sentimientos que han estado vinculadas al problema.
  • Aprender a conocerte mejor, desarrollando una mayor autoconfianza y autoestima.
  • Encontrar apoyo, asesoramiento y acompañamiento en diferentes procesos vitales.
  • Asumir un mayor compromiso con tus decisiones adoptando una actitud más activa ante la vida y acercándote a tus metas.
  • Adquirir estrategias y habilidades que te permitirán solucionar el problema presente y que te prepararán para enfrentar retos futuros.

Te dejamos tres preguntas que te ayudarán a decidir si necesitas la ayuda de un psicólogo:

  • ¿Me vendría bien una ayuda para superar mi situación?
  • ¿Tengo malestar y siento que se me hace demasiado difícil?
  • ¿Estoy dispuesto a involucrarme en una terapia psicológica?

La psicología es una ciencia que posee sus propios métodos y técnicas, que han sido validados científicamente y que han probado su eficacia con cientos de miles de casos.

De hecho, existen diferentes tipos de tratamientos psicológicos y no siempre es necesario someterse a terapia durante largos periodos de tiempo. En ocasiones el problema se puede resolver con una orientación, que dura apenas dos o tres sesiones.

La orientación es una intervención más breve y focalizada, que normalmente está dirigida a solucionar problemas puntuales, cuando la persona no sabe cómo enfrentar determinados conflictos, pero dispone de los recursos necesarios para resolver la situación. 

La terapia es un proceso mucho más complejo donde normalmente se persigue un cambio, casi siempre debido a que los síntomas ya se han instaurado y afectan de alguna manera la vida cotidiana de la persona. En la psicoterapia se profundiza en las causas que dieron origen al trastorno o a la problemática y se trabaja para restablecer el equilibrio psicológico. Este proceso es una intervención en toda regla cuya finalidad es la de potenciar determinados recursos que mejoren la calidad de vida de la persona. Dentro de la psicoterapia encontramos psicoterapias de larga duración y psicoterapia breve. En el Prado Psicólogos apostamos por la psicoterapia breve, ya que gracias al empleo de técnicas como la hipnosis, EMDR o EFT podemos acortar la duración de los tratamientos a aproximadamente la mitad de sesiones que conllevaría un tratamiento psicológico.

A veces, el conflicto con las personas con las que convivimos es el principal foco de nuestro malestar, por lo que en estos casos, dependiendo del origen del problema, lo más adecuado sería realizar terapia familiar o terapia de pareja.

El coaching se centra en el desarrollo de habilidades y capacidades para el logro de objetivos a través del descubrimiento de tus puntos fuertes y débiles. No está enfocado a la resolución de problemas emocionales, ni al tratamiento de trastornos de índole psicológica. 

La terapia solo puede ofrecerla un psicólogo colegiado y registrado en un centro sanitario.

El psicólogo es un profesional que puede ayudarte a identificar el origen del problema o problemas, que analizará a fondo todas las variables relacionadas con éste (causas, consecuencias, patrones de pensamiento y conducta, etc.) y que te guiará en el proceso de resolución desde un punto de vista objetivo.

Todo el trabajo del psicólogo está apoyado en la evidencia científica y no dependerá de su opinión. 

Aunque contemos en nuestra vida con personas de confianza en las que podamos apoyarnos, aunque en multitud de ocasiones hayamos sido capaces de resolver problemas por nosotros mismos, a veces necesitaremos ayuda de un profesional, alguien con una perspectiva diferente, que no esté involucrado emocionalmente con nosotros y que sea capaz de proponernos un plan de tratamiento basado en el conocimiento científico. 

El psicólogo cuenta con amplio abanico de conocimientos sobre las personas que abarca desde la emoción, la conducta y los pensamientos hasta el funcionamiento de nuestro cuerpo (especialmente del cerebro y los procesos mentales) y de la sociedad . 

También cuenta con formación en las diferentes técnicas para analizar y modificar nuestra conducta, nuestros pensamientos y nuestras emociones.

Los psicólogos pueden atender a pacientes con diferentes problemas, ya sean trastornos de tipo psicológico como situaciones que generan malestar.

Algunos de los trastornos o problemas más comunes tratados por los psicólogos son:

  • Trastornos del estado de ánimo, como la ansiedad y la depresión
  • Timidez y fobia social
  • Insomnio
  • Adicciones
  • Trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia y la bulimia
  • Miedos y fobias
  • Estrés
  • Problemas para la resolución de conflictos y para la toma de decisiones.
  • Dificultades para la comunicación y expresión emocional
  • Trastornos del control de los impulsos
  • Problemas de autoestima y falta de confianza
  • Trastornos de la sexualidad
  • Trastornos de personalidad
  • Hábitos que desees eliminar
  • Problemas familiares
  • Conflictos de pareja: problemas de comunicación, celos, inseguridad, rupturas…
  • Pérdida de seres queridos
  • Hechos traumáticos
  • Problemas laborales
  • Trastornos psicosomáticos como la fibromialgia, el colon irritable o la hiperhidrosis
  • Afrontamiento de enfermedades

Además, el psicólogo puede ayudarte a lograr determinados cambios en tu vida, ya sea para mejorar la organización personal, para alcanzar las metas que te has propuesto, reencontrar el equilibrio psicológico o para desarrollar al máximo tu potencial en determinadas áreas (por ejemplo, en la preparación de oposiciones, desarrollo de habilidades, entrenamiento en procesos cognitivos…).

En Bitácora Psicología utilizamos un enfoque integrativo que nos permite abordar las diferentes problemáticas utilizando las técnicas psicológicas más eficaces. Aunque ya contamos con una década de experiencia, nos mantenemos al tanto de los últimos avances de la Psicología.

Solo utilizamos técnicas que han sido testadas científicamente, tanto desde el punto de vista teórico como práctico. Estas son las técnicas psicológicas que utilizamos en terapia:

 

Técnicas relacionadas con la terapia cognitivo-conductual: análisis de pensamientos, conducta y emociones; exposición gradual a estímulos y desensibilización sistemática , modelado, inoculación del estrés, entrenamiento en autoinstrucciones y resolución de problemas, etc.

Técnicas de relajación y respiración

Mindfulness

Terapias de tercera generación: terapia de aceptación y compromiso, terapia de activación conductual, terapia analítico-funcional, etc.

Evaluación y diagnóstico, informes psicológicos, terapia online, terapia de grupo, mediación, terapia de pareja, terapia familiar, psicología de la salud…

La duración del tratamiento dependerá de multitud de factores: características del paciente, diagnóstico, pronóstico, implicación y compromiso con el tratamiento, apoyo social del paciente, situación económica, laboral y familiar del paciente, etc.

Las sesiones siempre serán individuales (excepto en terapia familiar, grupal o de pareja) para asegurar la confidencialidad de la información. Si el/la paciente lo desea y el/la terapeuta lo considera conveniente, su acompañante podrá conversar con el psicólogo con el objetivo de ampliar la información sobre el caso, dar pautas sobre cómo ayudar al paciente, otorgar apoyo emocional, etc.

Tras la entrevista inicial y el diseño del tratamiento, nuestra psicóloga hará una propuesta de tratamiento en la que indicará cada cuánto tiempo el paciente deberá acudir a terapia. Por norma general, al inicio del tratamiento las sesiones son más seguidas (de primeras se suele aconsejar la periodicidad de una sesión a la semana para darle el impulso a la terapia y que mejores lo antes posible)  y más adelante se harán de forma más espaciada (por ejemplo, a una sesión cada dos semanas o si la persona está mejorando, la terapia se establece al mes o simplemente llama para pedir una cita de revisión).

 

En conclusión, el tiempo entre sesiones varía según las circunstancias. Se trata de una decisión consensuada entre paciente y terapeuta, aunque será el éste último quien propondrá la periodicidad de las sesiones en función de su criterio profesional (tiempo necesario entre sesiones para aplicar lo trabajado durante las sesiones, evolución del paciente, objetivos a conseguir, etc.).

La duración habitual es de 60 minutos aproximadamente, aunque somos flexibles en este sentido. Algunos pacientes se sienten muy saturados con sesiones extensas y se acuerda realizar sesiones más frecuentes pero más breves. En otros casos, ocurre lo contrario.

Un psicólogo es un profesional licenciado o graduado en psicología (formación universitaria y titulación de grado superior), que complementa su formación mediante cursos o másteres. Para ser psicoterapeuta no existe un diploma reconocido, cualquiera persona podría serlo, adquiriendo una formación mediante cursos no reglados.

En España es necesario que el psicólogo esté colegiado para ejercer su profesión. Puedes comprobarlo en la página web de los diferentes colegios oficiales de psicólogos buscando por el nombre y apellidos del psicólogo, a fin de comprobar fehacientemente que está colegiado y su número de colegiación es el correcto. 

En el siguiente enlace podrás comprobar que los profesionales que forman parte de nuestro equipo están registrados en el Colegio Oficial de Psicología:

https://www.copao.es/ciudadanos/buscar/buscar-psicologo

Por otro lado, los centros donde los psicólogos ejercen su actividad profesional deben estar autorizados por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía y deben contar con un NICA (número de identificación de centros sanitarios en Andalucía y se otorga a todos aquellos que disponen de autorización de funcionamiento). 

Puedes consultar en nuestra página web nuestro N.I.C.A.

Desgraciadamente en el ámbito de la psicología es muy frecuente el intrusismo profesional y bajo diversas denominaciones puedes encontrarte con supuestos psicólogos que en verdad no son tal.

Cualquiera puede denominarse a sí mismo psicoterapeuta o terapeuta a secas sin necesidad de estar titulado y ofrecerte remedios milagrosos, místicos y no científicos, pues no tienen evidencia científica detrás que los contraste. 

Por tanto, recomendamos siempre comprobar el número de colegiación del profesional y el NICA del centro en el que realiza su actividad.

En multitud de estudios científicos se ha comprobado que la terapia farmacológica no acompañada de tratamiento psicológico es la menos efectiva. Dependiendo de cada caso, se recomendará terapia combinada (tratamiento psicológico y medicación) o terapia psicológica. 

En caso de que se decida realizar un tratamiento combinado, es importante la coordinación entre psiquiatra y psicólogo para conseguir un resultado óptimo.

En la primera sesión se hace una entrevista con varios objetivos: 

-Establecer el rapport entre paciente y terapeuta.

-Recopilar datos del paciente: motivo de consulta, datos personales, conocer su estado físico, emocional, social, laboral, etc. para poder realizar un diagnóstico y establecer objetivos.

-Informar al paciente del funcionamiento de la terapia, detectar ideas erróneas y aclarar dudas.

No te preocupes si no tienes una razón clara para acudir al psicólogo, es habitual y

una de las funciones del terapeuta es descubrir el origen del malestar. 

También es muy frecuente sentir ansiedad o nervios durante los momentos previos a la sesión o incluso durante la primera sesión, pues nos disponemos a hablar ante un desconocido sobre aspectos de nuestra vida que están generando un intenso malestar y que muy habitualmente no son compartidos con otras personas. No te preocupes, haremos todo lo posible para que nuestras instalaciones se conviertan en un lugar de seguridad, donde te sientas cómodo/a y protegido/a y nuestro equipo tratará de conectar contigo para facilitar tu proceso de apertura y posteriormente, el proceso de cambio.

Es imprescindible ser honesto con la información que se comparte con el profesional.

En el primer contacto con el psicólogo, éste preguntará por tus datos personales como tu nombre completo, edad, profesión, datos de contacto, entre otros datos, para abrir tu historia clínica en ese centro de psicología. También te preguntará sobre otros aspectos de tu vida como tu familia, tus estudios o trabajo, tus relaciones interpersonales, las cosas que haces en tu tiempo libre, tu rutina y tu estado de ánimo. Además también necesitará información sobre tu estado de salud (si tienes alguna enfermedad y recibes algún tratamiento), tratamientos psiquiátricos o psicológicos previos y resultado de los mismos. 

El hecho de acudir a terapia no es señal de debilidad. Tradicionalmente se ha asociado el malestar psicológico (bajo estado de ánimo, ansiedad, el miedo, etc.) con la debilidad y se ha señalado como responsable único/a a la persona que lo sufre. En la actualidad consideramos que una persona que reclama ayuda, que está dispuesta a mejorar ciertos aspectos de su vida o que quiere evitar dañar a otras personas de su entorno, es una persona valiente, luchadora y que aporta un gran valor a la sociedad en general y a su entorno en concreto.

Asistir al psicólogo tampoco te señala como culpable de tu estado o del estado de algunas relaciones (de pareja, familiares, etc.). De hecho, es frecuente que muchos de nuestros pacientes sean víctimas de maltrato, de patrones familiares negativos, de discriminación, del sistema socioeconómico, etc. 

Aunque tú no seas el responsable directo de la situación, sí podemos ayudarte a aliviar el sufrimiento y acompañarte en los diferentes procesos.

En realidad las diferencias son mínimas. Para la terapia online será necesario que cuentes con una buena conexión a internet, así como equipo con cámara (ordenador, tablet o móvil) y auriculares. Será imprescindible que tengas un espacio privado para respetar la confidencialidad de las sesiones, es decir, que nadie pueda escuchar aquello que se habla durante las sesiones. También es importante que se puedan evitar interrupciones durante la sesión (que no haya llamadas de teléfono o que alguien pueda entrar a la habitación).

En la mayoría de casos, se podrá hacer terapia online aunque a veces no es lo más aconsejable (por ejemplo, no se hará terapia online con niños o adolescentes y no se recomienda para parejas).

Por otro lado, la duración de las sesiones y el importe de las mismas, será igual que en la terapia presencial.

Cada sesión se podrá hacer de forma presencial o telemática, no es necesario elegir de forma definitiva. Nos adaptamos a tus necesidades. Si habitualmente asistes de forma presencial a terapia, pero esta vez no puedes desplazarte a nuestra clínica, podrás hacerlo online sin problema. 

Si normalmente lo haces telemáticamente y puntualmente prefieres hacer una sesión presencial, también existe esa opción.

Simplemente deberás avisar con un tiempo de antelación.

No tiene por qué ocurrir de esta manera. La eficacia del tratamiento aumenta si facilitamos al paciente la asistencia a las sesiones, ya que se reducen las cancelaciones. 

La terapia online será menos efectiva si no se respetan las condiciones necesarias (no hay intimidad, hay interrupciones por mala conexión o por distracciones…). 

Los datos recopilados durante estos diez años de funcionamiento de nuestro centro indican que los resultados suelen ser exitosos cuando se cumplen los siguientes requisitos: 

El/la paciente acude por iniciativa propia. 

La actitud del paciente ante el tratamiento es activa.

El/la paciente muestra honestidad y sinceridad.

El/la paciente se muestra dispuesto a aceptar críticas y a corregir conductas.

El/la paciente cree que puede mejorar su situación.

Otras características que facilitan un resultado óptimo son:

El/la paciente cuenta con apoyo social y vive en un entorno seguro.

Las circunstancias socioeconómicas del paciente permiten realizar el tratamiento de forma regular.